viernes, 9 de febrero de 2018

Cartas de Coatepec 2

En el Ashram Mundial de Coatepec, los días previos al 24 de diciembre del año 2017 y la noche de Navidad fueron muy especiales. Por 
alguna razón, todos los seres humanos que llegaron al ashram
tenían una actitud de aprendizaje, de compartir lo que trae su alma y de disfrutar de la vida; así que el
acompañamiento
a la preparación y consagración de los dos nuevos Gurús, así como la del nuevo Sat Chellah, empezó y culminó con éxito.

El marco lo pusieron la gran cantidad de hermanos que asistieron durante varios días a las diversas actividades; talleres por la mañanas y diálogos por la tarde con alguno de los Gurús, a más de la generosidad y sabiduría del Sat Arhat Gustavo Toro , que nos permitió a todos compartir las disciplinas de ashram.

Fue una convivencia muy completa, con técnicas y herramientas que desarrollan todo el potencial de la persona y permiten contactar con el Ser. También compartimos actividades muy placenteras, como una buena terapia, en la recién inaugurada sala de masajes, un buen baño en la alberca; juegos, deportes, intercambio de regalos, conciertos de piano, violines, flauta traversa, un tenor, poesía, danza, baile, música, todo de calidad, interpretado por artistas profesionales. Y claro, no podía faltar la buena comida.


El broche de
 oro fue la Ceremonia de Navidad que nos compartió con mucho amor el S. Arhat Gustavo Toro, donde todo fluyó en armonía, con el agregado de Navidad que hacía el Hermano Mayor. La música en vivo, acompañando los momentos más especiales de la liturgia, luces y sonidos, sintonizando con cada parte del ritual, y se hizo la luz, lo vivimos profundamente en el alma y se reflejó en la realidad. Rostros felices y conectados a la vida por medio de la Parabhakty, almas plenas, al percibir cómo el universo responde a las necesidades profundas del alma de los seres humanos.

La gente se fue feliz y dejó mucho amor en el ashram, pues la mayoría se sumó al karma yoga, sirviendo con alegría en todas las reformas y arreglos, mostrando que este ashram es de todos. Cada uno puso lo mejor que trajo y se llevó una experiencia que le alimentó el alma.

La gran familia universal somos todos y se vuelve una realidad al cultivar relaciones más profundas, espirituales. La calidad de la familia depende y se eleva con la calidad de sus miembros, de nosotros. Si la Institución de la RedGFU a veces parece tener algún problema, es porque nosotros como personas andamos con problemas. Todo se ve ensombrecido por ese mundo interno cuando estamos descentrados, y por eso son necesarias diversas disciplinas, bien practicadas, para centrarnos y ser capaces de actuar con belleza, justicia y amor.

La grandeza de los seres humanos debemos aprenderla a vivir en cada uno de nosotros; ahí empieza a cambiar el universo, en nuestra propia vida. Expresaba el Maestro José Marcelli : “Cada uno debe darse cuenta de la altura que ha alcanzado su conciencia. Todo es legítimo si es honesto y se le da un curso positivo. Podemos haber alcanzado apenas un nivel instintivo,
 y eso no es malo si nos mantenemos sanos y 
activos. Los instintos no son nada despreciables. Lo que no es correcto es que los encaucemos hacia actitudes agresivas que caigan en la falta del respeto y en las vulgaridades.
- Cuando el centro de gravedad de la conciencia anda ya por el plano emocional, podemos aprovecharla para dar belleza y armonía a nuestras acciones, pero debemos cuidar que no se inclinen a lo pasional o hacia el sentimentalismo o los chantajes morales.


- Cuando la conciencia gravita sobre lo intelectual podemos pensar científicamente y conocer las leyes universales que manifiestan el plan cósmico del universo. Debemos cuidar que el intelecto no se escude en la frialdad de la razón y trate de imponer la prepotencia de lo técnico sobre lo moral.

Si ya SOMOS CAPACES DE AMAR A NUESTROS ENEMIGOS, y nos sentimos LIBRES DE LOS CELOS, DEL MIEDO Y LA ENVIDIA, es porque la conciencia ya tiene su centro de lo espiritual y comienza a ser capaz de afrontar la responsabilidad de la libertad, Entonces ya estamos preparados para la Iniciación Real. Antes NO. Pasaremos lo que nos resta este ciclo de vida cuestionando inútilmente a los verdaderos Iniciados.

La perfección es un mito. Aspiramos a la evolución consciente. Debemos aspirar a hacer lo que tengamos que hacer y vivir, bien hecho y bien vivido. En el plano humano siempre tendremos instintos, no podríamos sobrevivir sin ellos; siempre tendremos emociones, sin ellas seríamos inválidos morales; siempre tendremos intelecto, sin él seríamos simples animales; siempre tendremos espíritu, para poder amar y aspirar a la libertad.

Lo que necesitamos es que el centro de gravedad de la conciencia suba gradualmente de lo instintivo a lo moral, de ahí hacia lo mental y lo espiritual para que, eventualmente, llegue a alcanzar el plano de lo sagrado que es la fuente de nuestro Ser”.

Pero cómo hacemos esto si a veces años de prácticas de diferentes disciplinas pareciera que dan un pobre resultado, en el mejor de los casos, solo pequeños destellos de luz que casi nos dejan insatisfechos porque son efímeros y tardan en retornar, pero eso ya es un pequeño vislumbre de la experiencia de ser, casi el fin último de cualquier ser humano, de algo que se percibe como mucho más y, aun así, luego de vivir experiencias trascendentes, nos puede volver a absorber la realidad cotidiana, o sea nunca deja de ser una lucha.
 Cuando de alguna manera logramos el ekágrata y así despertar un poco el potencial de energía dormido, kundalini, elevando conscientemente esa energía por la columna vertebral, alimentando el cerebro y las glándulas, entonces todo se ilumina y por un breve momento o unos minutos, el universo entero se manifiesta visible a los ojos humanos, el cielo se abre... Cuando eso sucede ya nada será igual, no pararemos de tratar de continuar el camino de vuelta a la fuente conscientemente, aunque cueste un gran esfuerzo. En ese nivel de experiencia es cuando depositamos nuestra conciencia en la mente superior, la que nos hace puente con el Ser.


Es muy importante ir avanzando en conexiones más sutiles, ya que necesitamos cada día más seres humanos capaces de comprender a todos los
 grandes iluminados, también al Buda, al Cristo... Seres
humanos completos, que tengan noción de los cielos y los abismos.
 Así se concibe la evolución, de lo denso a lo sutil,
 conteniendo lo sutil y elevado, todo lo denso en su interior
como una etapa vivida en el recorrido del camino de
evolución de nuestra alma, a su vuelta a la fuente de donde salimos sin conciencia.

Gurú Constancio       
Ashram M. De Coatepec 26-1-2018


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