lunes, 23 de septiembre de 2019

Cartas de Coatepec 12


          Parece que en algunos lugares del planeta debemos dejar de “caminar” hacia un mundo sin amor, porque la soledad sin sentido está ocupando mayor tiempo en la vida de los seres humanos, y se está convirtiendo en una triste epidemia de la sociedad moderna.


          Por aquí estamos felices en el ashram de Coatepec, por la bella energia que trajo la hermandad desde el jueves, para la convivencia del sector, es que mañana es 22 de septiembre, el equinoccio de otoño para el norte y primavera para el sur,  días especiales por su energía y fecha Iniciática relacionada con los Arhat, seres humanos que ya son conscientes de sus luces y sus sombras, por eso pueden servir de una manera constructiva e imparcial al planeta.

Es un mundo maravilloso, con mucha facilidad para comunicarnos y donde la familia espiritual, personal y de amistad se puede extender a cualquier parte de la tierra; aun así, se estima que está creciendo el porcentaje de seres humanos aislados, solitarios y faltos de amor.
Para superar esta tendencia de una vida cotidiana con muchos vacíos de amor, debemos avanzar hacia algo que trascienda lo que somos como individuos (sin dejar de serlo). De eso se tratan todas las disciplinas que se practican en un ashram de la RedGFU, porque nos cultivan de tal manera que podemos primero afirmar el ego y luego ir más halla del ego, a la transcendencia. Esto es una posibilidad real de nuestra mente y se vuelve una experiencia interior que se caracteriza por la expansión del yo individual, amplificando el sentido de identidad, sintiéndonos parte de una unidad con todo lo que nos rodea. 

Si logramos este nivel de conciencia, aparece un sentimiento de pertenencia y fusión con todo lo que está afuera de nuestra persona, desapareciendo las fronteras; de esa manera podremos 'abrazar' como propios, aspectos de la humanidad, de la vida cotidiana, de los elementos de la naturaleza, que anteriormente se experimentaban como ajenos.