martes, 25 de diciembre de 2018

Cartas de Coatepec 9

La Navidad.

La alegría que se vive en los Ashram acercándose la Navidad, es incomparable; estos centros de desarrollo humano, ecológico y transpersonal, son los lugares más adecuados para vivir estos días tan especiales. Cada uno de los hermanos que pasan unos días o unas horas por aquí, buscando su propio camino, dejan algo bueno y se llevan un poco de alimento y amor para su alma.

Se sumó en estos días pasados, la experiencia sanadora de compartir con el quinto y cuarto grado tres días de reuniones, y expresar lo que pensamos, sentimos y vivimos cada uno en la Tradición Iniciática, todo con respeto y las mejores intenciones. Aunque las ideas y la forma de interpretar y experimentar las enseñanzas recibidas, a veces son diferentes, precisamente esas diferencias nos ayudan a encontrar de manera real y completa la consciencia de Unidad en toda su existencia, así que me quedé con mucha alegría en el alma, no porque esté todo arreglado, si no por percibir la magia de D.I.O.S en sus diversas manifestaciones y cómo todo sirve a un Plan Superior.

Es necesario darnos cuenta de la importancia que tiene ir más allá de nuestras limitaciones, ideas y sentimientos, para buscar el punto de vinculo posible para la diversidad humana; la unidad expresada desde el Ser. Eso solo se puede lograr en el amor y justo ahora es tiempo de mucho amor, tanto que se nota la cercanía de esa consciencia Cósmica llamada el Cristo, la fuerza que fluye desde el Sol y nos impulsa a crecer, avanzar, buscar lo mejor de nosotros mismos, ir hacia la Consciencia que nos acerca a la comprensión del todo. Por eso, es muy importante abrir el corazón y el alma, para que nos llenemos de esa energía constructiva, ya que, si nos encerramos en nosotros mismos o nos mostramos indiferentes a la fuerza de ese espíritu de Navidad, pudiera parecer que los resultados son contrarios, tal vez porque la indiferencia es uno de los síntomas más comunes del desamor.

jueves, 6 de diciembre de 2018

Cartas de Coatepec 8

Tantas cosas podria contar de cómo funciona el universo en la Iniciación al servicio de la vida. Estoy aquí llegando a la ciudad de México para los talleres de meditación en la sede mundial. Mientras escribo, pienso en lo que pasó ayer. Queríamos un telescopio para el ashrampara estudiar el cosmos, como lo hacía el Maestre de la Ferriére en El Limón, y ya tenemos hermanos que lo están consiguiendo. Queríamos tener lugares especiales para los niños, y aparece gente que ayuda. En suma, todo va fluyendo.

Los niños ya tienen su casita exclusiva y un puente colgante para recorrer hasta una casa del árbol. Esa mañana, cuando estábamos con David, un Gegnián muy generoso, luchando, pensando cómo hacer una escalera de cuerdas para el puente, y justo aparece un caballero, que al vernos en la dificultad, se ofreció a ayudarnos.

Pidiendo disculpas por 'meterse', nos dice que como queremos hacer la escalera de cuerdas no va funcionar bien, que él nos puede enseñar a hacer esos nudos. Resulta que nuestro flamante amigo es marinero, inspector de nudos en grandes empresas marinas. Así que vimos y aprendimos encantados cómo se hace una escalera de cuerdas.

Nos miramos con David pensando: ¿puede ser tanta casualidad? Cosas tan simples que tocan el alma y conmueven...

En cada lugar es diferente la práctica del Ceremonial. Es notable todo lo que se percibe durante esos minutos. Además, ese detalle de abrir al azar un libro, de entre varios libros, que contenga sabiduría, es especial, pues siempre se aprende algo que tiene que ver lo que se esta viviendo a nivel personal y grupal. El domingo, en la sede mundial, salieron pensamientos del Maestre de la Ferriére que me impactaron: