miércoles, 6 de abril de 2016

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      -Maestro, el maleficio o la posibilidad de que alguien nos haga daño o dañar a alguien a distancia puede ser algo real o ha quedado totalmente en el plano de la superstición y la baja magia del pasado?

Muchas son las personas que piden ayuda debido a circunstancias negativas que les ocurren, y que a veces tienen algo de extraño. Lo que sucede es que en todas partes hay seres humanos que, con razones y sin ellas, desean el mal a sus semejantes o dejan fluir de sí mismos cosas negativas; incluso se esfuerzan e invierten energía en generar destrucción hacia alguien o algo, simplemente para que a otros les vaya mal.

Son muchas las personas que como les va mal en la vida o fracasan en algo, sin darse cuenta llegan a desear lo mismo a los demás. Así, muchas inquietudes surgen con este tipo de ‘trabajo’, y como se dice de manera popular, “Yo no creo en los brujos, pero de que los hay, los hay”. Por eso no viene mal empezar a ver qué ocurre en ese mundo de infinitas partículas invisibles e inteligentes que es nuestro extraordinario Universo.

¿Qué podemos atraer y qué podemos emitir a favor o en contra de alguien?

Sabiendo científicamente que con nuestros pensamientos, emociones y las palabras somos capaces de modificar las condiciones moleculares del agua, la de afuera y la que somos en un 75%, comprendemos el valor crucial de la palabra, para bien o para mal.

Este descubrimiento nos habla de un ‘poder en las palabras’ y en nuestras acciones, así como de la interacción con nuestro organismo. Si observamos cómo funcionan los celulares y las computadoras en ese mundo invisible de posibilidad increíbles, llegamos a entender el verdadero potencial de nuestros pensamientos y emociones.