jueves, 16 de julio de 2015

Peregrinando en New York

Un relato simple de la vida real

New York, hermoso lugar, donde todo puede ser, de lo bueno y de lo negativo. No se puede negar que esta ciudad es algo especial, es una extraordinaria mezcla de belleza, cemento, hierro, extraordinarios edificios que tapan el Sol, dejando un poco frío los corazones.

Cristales, naturaleza, lujo, pobreza, arte sublime, arte basura, poder, miseria y riqueza espiritual; tristeza y soledad en mucha compañía; alegría, diversión…pero casi todo influenciado por la ética del lucro.

Entre ceremoniales, diálogos, meditaciones y asanas, para ayudar a abrir nuevamente la RedGFU, aprovechamos para  pasear cultivando los afectos. Estar andando el sendero en NY es algo hermoso, por lo bella que es Manhattan y sus alrededores, por la oportunidad de mostrar algo que trae la Iniciación: vida, mucha vida para cualquier ser humano. Todo se pone mejor si se suma la muy buena compañía de algunos discípulos.

La gente en la calle, ante la figura de un Gurú al natural, reacciona de manera interesante: se acerca, pregunta, se saca fotos, algunos gritan: "¡Jesús!".

Caminar es presentarnos como Linaje Espiritual en la sociedad, y por las experiencias vividas se puede afirmar que cada día somos mejor recibidos (y parece que más necesarios...).

Así es que luego de las disciplinas para servir a la ciudad constructivamente, en un departamento donde una familia que no nos conocía, del señor Armando González Rojas y Felisa Hernández, nos recibió con mucho amor, recomendados por un familiar de ellos, miembro de la Orden, la Getuls Mary. Su nobleza nos dio la oportunidad de compartir los ceremoniales y el Yoga.

Luego partíamos a conocer y recorrer museos y diferentes sitios; viernes, sábado y domingo, usando el tren, el 'subway', el barco. Lugares especiales de la Quinta Avenida con su ostentación aristocrática; el Rockefeller Center, la maravillosa Estación Central y su arte sabio; mirando el Empire State recordando alguna serie romántica.

El 'sin alma' del poder y el dinero, Wall Street. El hermoso puente de Brooklyn, que trae las imágenes de tantas películas. Mucho lujo y orden en todas partes; turistas de todo el mundo, mezclados con gente muy original, de todas las razas, clases, religiones, que viven en esta ciudad.

martes, 7 de julio de 2015

Compartiendo el Sendero 28

             Sun Wu Kungh, el gran Maestre, ante la pregunta ¿Dios existe? respondía, “Dios no existe, Dios Es”. Ahora científicos, religiosos, ateos y cualquier persona perceptiva puede confirmar esa respuesta, ya que esa inteligencia sutil del Cosmos es observable. Se mueve a través de la fuerza de sus leyes en el universo que conocemos, pero también en lo desconocido. Entonces lo que Es está y penetra todo, solo nos falta percibirlo y conectarlo. Partir de darse cuenta que algo mueve la vida en todas partes, es básico y fundamental para tener la energía suficiente de hacer el esfuerzo con entusiasmo, al intentar ir dando pasos como individuos, de lo relativo a lo Sagrado.

 Sabiendo que el cambio es difícil, es más sencillo encararlo con la seguridad de que tarde o temprano lo lograremos, que esa posibilidad está latente en nosotros; entonces la magia esta en perseverar.

A la hora de crecer, de cambiar y madurar hacia algo mejor en nosotros mismos y comprender lo invisible, se vuelve importante una ayuda. Swami Vivekananda expresaba: "Por eso casi todos nosotros somos capaces de «hablar» magistralmente acerca de temas espirituales, pero cuando nos llega el momento de actuar, fracasamos lamentablemente. Ello se debe a que los libros no pueden estimular el espíritu; el impulso ha de venir por fuerza de otra Alma. El Alma de donde parte el impulso se denomina Gurú, instructor, y aquella que lo recibe se llama: discípulo, estudiante".

Entonces dos fuerzas, una interna de nuestra propia fuente y otra externa de la misma fuente fuera de nosotros, y todo es posible…

Gurú, ¿porque las personas que tuvieron tan buenos momentos de conciencia, que se veía en su trabajo y su comportamiento, pueden cambiar tanto?
- Porque 'perdemos', o mejor dicho se nos duerme esa conciencia y el estado de centro apenas nos descuidamos. Como decía el Maestro José Marcelli, “Hay una conciencia única que se diversifica en la realidad, por eso nuestra conciencia es relativa, pertenece a la diversidad”.