Cartas de Coatepec 3

El Gurú Don Guillermo Granados, luego de un magnífico Ceremonial, compartió de manera sabia, lo que vivía en la universidad, haciendo una analogía con un camino de superación e Iniciático, le solicite entonces que escribiera algo de esa experiencia.

“Les platicaré que me dediqué profesionalmente a la docencia por varias décadas. En esa institución de educación superior existe una pista de atletismo, donde entrenaban (y entrenan) los que aspiran a ser representantes institucionales en las competencias regionales, nacionales e internacionales. Aparte, también asistían otro tipo de corredores, que lo hacían por diversión o por adquirir cierta condición física, o por lo que fuera.

Pues bien, hace algunos años, en mis ratos libres como docente, corría en esa misma pista con compañeros de trabajo o con estudiantes que entrenaban con ahínco para ser mejores corredores en su especialidad. Algo que aprendí de ellos es que cuando la pista estaba congestionada de gente que pasaba por ahí a dar un par de vueltas u otros corredores que estaban en calentamiento, los deportistas que ya habían calentado y que llevaban un ritmo rápido, porque así se los exigía su entrenador, al ver que en su carril donde ellos estaban corriendo había gente ocupando ese espacio, con un ritmo mucho más lento, para que les cedieran el carril, les gritaban: ¡pista!

Eso alertaba a los corredores lentos, que inmediatamente se cambiaban de carril para dar paso al veloz corredor, al mejor, al más apto en esos momentos, al que quería ser un buen representante institucional.”

Así de simple, pedían pista cuando llegaban al punto de pasarlos, y aquellos les

cedían el lugar para que continuaran el camino los más rápido posible, a su ritmo. Se produjo entonces un buen diálogo, donde todos participamos expresando comentarios relacionados. A veces, en diferentes caminos de superación, hay seres humanos que frenan a otros porque ven que van más rápido y los rebasarán. Por eso hay que saber que con las cosas del alma, no puede ni debe haber competencia, pues cada uno tiene que vivir lo que necesita, de acuerdo con la etapa en que se encuentra en el “juego” de la vida y desde ese punto de partida, dar lo mejor de sí mismo. Entonces, ¿porque no cederles el paso y hasta ayudarles a seguir?

Tal es el caso de muchos jóvenes Yamines que vienen muy bien, que traen una conciencia adelantada, pero que, sin darnos cuenta, algunos miembros con muchos años de
experiencia, les

frenamos. Claro,

generalmente trata de comportamiento inconsciente.

Otras veces se
acerca gente con
posibilidades de dar
mucho, con cosas nuevas, que tal vez no piden “pista” de manera explícita, porque están entusiasmados, y entonces les ponemos trabas burocráticas, no les damos pista libre.

En la Iniciación, cada ser humano debe vivir el camino a su propio ritmo y ese ritmo es personal y debe llevarlo de tal manera que lo haga feliz. Si alguien que es más joven o más inteligente o con capacidades diferentes se suma y viene a dar una mano, debemos darle su espacio. De esa manera, cada día tendremos más brazos para trabajar por un mundo mejor, y lo más importante de todo, si avanzan pueden ayudarnos luego a nosotros.

Mucha enseñanza profunda e iniciática existe en simples juegos, nos compartió en un escrito el Sat Arhat Gustavo Toro: "Igualmente en la Iniciación, la idea es descubrir la unificación por la diversión. Sé que la palabra puede ser muy discutida y dirá que se debe sustituir por “recreación”, pero si miran bien, tiene su importancia. La Iniciación Real debe ser divertida, esto es el disfrute de lo diverso, el divertimento como una forma de disfrute de lo diverso hacia el descubrimiento del uno".

Los sabios de todos los tiempos supieron esconder las grandes lecciones de la vida en cuentos, naipes, juegos de mesa, para que los seres humanos que somos olvidadizos los tengamos siempre presentes. Lo inteligente es que escogieron aquello de lo que no debemos olvidarnos nunca, la diversión y el placer por compartir; actividades para relajarse, tiempo para el ocio y tiempo para el deporte. La competencia sana, afirmo sana y los juegos, no solo son divertidos, sino que además ayudan a superarse como persona y afirman en la vida. En el Ashram de Coatepec estamos practicando más

deportes, recreación y diversión, además de todas las disciplinas clásicas. Ya tenemos ajedrez, ping- pong, tenis, básquet, fútbol, natación, juegos para niños, senderismo, voleibol.

Más de 2000 años de tendencia al
dolor nos llevó a pensar que lo mejor
para crecer y aprender era sufriendo,
cuando en realidad, tomar la vida como si fuera un juego divertido, en lugar de tomarla como un sufrimiento, da mejores resultados para la evolución. Así, aunque pierdas, aunque fracases, no dejas de aprender, y la próxima oportunidad será mejor. En el juego las cosas no son dramáticas, son simplemente peripecias que se superan, que contribuyen para que el ego, entre risas y bromas, cambie de actitud.

Conviene, pues, tomarse la vida de manera más distendida, más divertida. Cuando nos hacemos adultos, nos invaden las responsabilidades, nos volvemos gente

'seria' y perdemos la capacidad de recrearnos mediante la diversión.

Lo importante es tomarse la realidad cotidiana de manera seriamente divertida, como un juego, y es justamente el juego más difícil, donde nos “jugamos” todo lo que somos. Eso la hace más interesante, pues se dice que “Los juegos que plantean el sistema más complicado de desafíos son los que realmente te mantienen dentro del juego con ganas de jugar”.

Prestando atención a las enseñanzas tradicionales, en las diferencias y las dificultades, podremos concebir la vida como un juego maravilloso, donde se van sucediendo diversos retos a los que debemos aprender a dar una beneficiosa respuesta. Esta interacción es bien estudiada por la Filosofía Iniciática, que la considera la esencia de la escuela de la vida cotidiana y de esta viene la capacidad de responder; mientras mejor respondemos, mayor conciencia, y eso es la responsabilidad: adquirir habilidad de responder a los retos.

Por lo tanto, si la vida es un juego y al mismo tiempo una escuela, nuestra misión es aprender jugando, volvernos “niños grandes”, en el sentido de apreciar todo y disfrutar plenamente de este aquí y ahora.

-Maestro, ¿porque a veces se notan diferencias de opiniones con respecto a la Tradición Iniciática entre seres humanos que se supone que son sabios y están en la misma Tradición?

Las leyes están ahí y cumplen su función, la polaridad genera una dinámica que nos ayuda a crecer a todos. Lo tradicional y lo nuevo parecen ser extremos, pero como siempre el camino del justo medio es el más adecuado.

También a veces las cosas no son lo que parecen en todo esto que entendemos como sociedad, y se ve un poco también en la Iniciación, pues resulta que los que más desprecian la razón que busca respuesta y la intuición que busca más profundamente, los que rechazan el entendimiento y la sabiduría, son justamente los que se dicen más inteligentes. Incluso, a veces, los que se dicen iluminados por la luz divina, no reflejan en sus acciones ese estado, porque en realidad si alguien

tiene un destello de luz, seguramente honrará al Gran Arquitecto del Universo en todos los seres humanos y se distinguirán por sus sentimientos, no de crítica, ni de odio, sino de amor, y como Dios es todo, no perseguirían con tanta aversión a los que no participan de sus opiniones, ya que es un Universo de posibilidades diferentes e infinitas, que aunque no se “vea” con los ojos de la materia y de la mente, estamos completamente unidos en lo Esencial.

Por eso se puede afirmar, viendo cómo vamos evolucionando, que en el transcurso de nuestros ciclos de vida cambiamos de clase, sexo, religión y raza con el objetivo de aprender desde todas esas maneras de ver y vivir la vida. Estamos en un universo que en realidad es una escuela permanente para seguir evolucionando en el aprendizaje de infinitas lecciones. Un alma vieja empieza a comprender todas las etapas del alma humana en cualquier individuo, por eso es paciente, servicial y comprensivo con todo y todos, especialmente con lo

diferente.

Dice el MAESTRE “Es un hecho que el hombre parece querer quedarse siempre "estancado" en sus primeros conocimientos.

Es necesaria la fuerza de un genio para hacerle cambiar sus concepciones y hacerle admitir que nuevas teorías han intervenido en el Saber humano.

Enseguida, el espíritu queda confundido por haber permanecido tanto tiempo atado a concepciones que le parecen de pronto tan pobres e incoherentes a la vista de la nueva teoría, que seduce por su resplandeciente frescura y su luminosa simplicidad.” Maestre S. R. de la Ferriere PP 15 pag. 5

Gurú Constancio                    Ashram Mundial de Coatepec 18-4-18