lunes, 11 de julio de 2016

Compartiendo el sendero 37

¿Maestro es posible una pareja que trabaje hacia lo trascendental?
   Bueno, debemos aceptar muchas posibilidades de pareja, sabiendo que lo fundamental es el encuentro de dos seres humanos, y ese encuentro puede ser a cualquier nivel: físico, emocional y mental, y de la manera que lo vivan si eso los hace felices van bien. Debemos ya despojarnos de todo tipo de prejuicio, pero también este vínculo puede volverse más intenso y mágico.
Y fue sugerido hace muchos siglos en la enseñanza especial del Maestre Jhesus cuando les dijo a sus discípulos: “Volveré cuando la luz se haga, y cuando dos o más se reúnan en mi nombre, ahí estaré con vosotros”. Esto se puede aplicar también a la pareja humana; dos polos se encuentran, se complementan y aparece más luz entre ellos, porque la energía circula, se recrea y se transforma en un estado de conciencia que podemos llamar el paraíso o nirvana.
Refrescando las sabias enseñanzas del Maestro José Marcelli, en una de las tantas sugerencia que nos hace acerca de cómo circula la luz, podríamos afirmar que cuando la Luz se cristaliza con la energía de la sacerdotisa de la tierra en una dama que se entrega por completo en todos sus niveles y tiene alguien que responde de la misma manera, entonces nace el Guerrero de la Luz.

Este proceso de fotosíntesis comienza en las plantas; en todo caso es polarizado y dinámico, pero no consciente en los vegetales; se hace más fuerte e instintivo en los animales y al llegar al plano Humano se individualiza, logra incluir todos los otros niveles, adquiere un pequeño margen de opción para elegir, asumir la responsabilidad de sus elecciones y avanza gradualmente; se puede afirmar que vamos viviendo experiencias hasta sobrepasar lo humano y es ahí donde comienza una pareja diferente, pues comienzan los dos a ser conscientes del Plan Cósmico Total, al cual aprenden a servir incondicionalmente, porque es su propio plan.
Es e caso de los auténticos Iniciados... Lo que sale de la Unidad, vuelve a la unidad, después de un larguísimo proceso, contado en tiempo humano, que solo es
un parpadeo de la eternidad. Incontables días, noches; vidas con amor, libertad y muertes; sístoles y diástoles del corazón del Cosmos en esas partículas de conciencia con capacidad de darse cuenta finalmente.
La puerta se abre desarrollando la mente superior que hace puente con el ser de los dos y poco a poco, el guerrero y la sacerdotisa la cruzan y se transfiguran en conciencia de la LUZ, gracias a esa ayuda mutua.

Cuautla.
La pasada Navidad y los días previos en Cuautla fueron maravillosos. Dieciséisis Gegnianes en preparación para Getuls, aprovechando ese bello ashram. Disciplinas completas desde el amanecer, a la que le sumamos pranayamas, más trabajo interno en las asanas. Estudios por la mañana y por la tarde de todo lo que se necesita para un mejor servicio a los seres humanos en el rol del Getuls, novicio.
Y luego de la meditación, más meditación, para entendernos nosotros mismos y ver qué necesitamos superar para ser más felices y dar lo  mejor de nosotros mismos. En tiempos libres aprovechamos para disfrutar de la gran posada de la RedGFU de Puebla, bailando y comiendo muy rico; felices compartiendo con mucha gente como unas siete horas.
También nos dimos tiempo, en esos mismos días, y fuimos al cine a ver un estreno; nadamos en aguas termales mientras charlábamos de Iniciación. ¿Por qué todo eso? Para no solo hacer disciplinas, sino también aprender a ser felices y
comunicarnos mejor en lo recreativo de la vida, mejorando el vínculo de las almas, en un paraíso que es Cuautla en medio de las ciudades.
Esa Navidad fue intensa y maravillosa porque logramos conectarnos profundamente, nacer un poco de nuevo en nosotros a algo superior.
En el año 85, el Maestro José Marcelli escribió una frase histórica: "Más vale seres humanos felices en la RedGFU y en el mundo, que Iniciados infelices en la Orden". Poco a poco vamos comprendiendo y realizando esta enseñanza, que aumenta el nivel de felicidad de nuestros Iniciados activos en la Orden.
Ya nadie necesita irse y algunos están volviendo por el buen clima. Tanta autodisciplina, pero bien trabajada, da un resultado seguro, plenitud y más ganas de servir a la vida. Ya sabemos que la práctica de asanas, meditación o cualquier técnica de las diferentes herramientas que brinda el Yoga o el arte marcial, necesitan de manera imprescindible el Ekagrata, la concentración en un punto, de modo que trabajemos más profundamente. Ahí está la clave para un buen resultado.    
Sede mundial
Esta sede es un lugar muy especial, ahora más visitado por Gurús, ya que se sumaron a este hermoso trabajo de servicio completo dos seres humanos muy nobles, los Gurú Don César Ortega y Don Armando Navarro, que están pasando seguido por la sede, cosa muy buena para el crecimiento de los que valoran la disciplina con un Maestro y especialmente es muy constructivo que se realicen actividades que desarrollan la mente intuitiva, como el Ceremonial, en esta difícil ciudad.
El pasado fin de año tuvimos una gran fiesta, donde seguimos confirmando que convivir en cosas que nos hacen recrearnos une más las almas. Antes de salir para Colombia, estuvimos de fiesta para el alma, al compartir desayunos interminables luego de disciplinas desde muy temprano. La sede cerrada al público, pero con vida interior, cultivando la amistad y la familia espiritual.
Luego, a la vuelta de Colombia, el ambiente de fiesta va tomando más color en esta sede, que es referencia para el mundo. Uno de esos sábados, dentro de todas las actividades, se reunieron algunos hermanos, entre ellos muchos Karis, a comer tamales, pues quedó pendiente de último festejo. Lo bueno es que como los miembros Karis son gente de palabra, trajeron tamales para todos los que quisieran; a ello se sumó la música, y nuevamente a compartir el baile hasta antes de la   meditación.
Esa alegría que está creciendo nos está ayudando a vincularnos y a que otros seres humanos, cuando se acercan a las clases, vean en la realidad la gran familia espiritual que estamos construyendo poco a poco. Ese domingo, luego del Ceremonial, donde va quedando chico el santuario, una de las Escuelas de Getuls organizó una comida, que fue en realidad un gran bufé profesional ovo-lacto-vegetariano. Otra vez, mucha gente  contenta, gozando del buen comer, sano y muy rico.
Maestro, ¿se terminará la violencia en el planeta?
- Seguramente se terminará de la manera que la vivimos hoy, pero siempre tendremos polaridad, diferencias, resistencias. Desde el nacimiento de la vida como la conocemos, en donde la fricción, el choque violento, el fuego transformaba la vida en más vida, se puede afirmar con seguridad que el choque, la fricción, la violencia, existen desde el comienzo de los tiempos, desde siempre, en todos los niveles de la naturaleza y de la conciencia.
En la actualidad, dentro de la especie humana, por momentos parece volverse más monstruosa y sofisticada, en el punto increíble donde un par de bombas atómicas destruyeron unas 250 mil vidas, en su mayoría civiles. Pero la Segunda Guerra Mundial cegó la vida de unos 70 millones de seres humanos, y aún hoy seguimos teniendo consecuencias de esos actos de extrema violencia.
Pero de todos modos, deberíamos procurar lograr un gran cambio en nuestra naturaleza agresiva, ya que pareciera seguir creciendo aún más la violencia entre los seres humanos y hacia toda forma de vida. Tanto es así que podría relacionarse que cuanto más crece el sinsentido, la crisis existencial, también crece la violencia fuera de toda regla o naturalidad. De modo que aun con todo lo maravilloso que se va dando en esta especie, con tanto potencial de dioses creadores, continuamos viendo violencia en el trabajo, la pareja, en la vida cotidiana para sobrevivir, violencia para controlar el poder, violencia para rebelarse contra la dominación, violencia física y mucha violencia psíquica.
Entonces, ¿cuál es la realidad en el ser humano?, ¿el carácter innato o el condicionamiento cultural de la violencia? En muchos casos podría decirse que las dos cosas, herencia genética y las cosas de la genética del cosmos en ese conjunto de partículas que viene con cierta experiencia que llamamos alma.
Porque en realidad se debe a muchos factores que colaboran con alimentar el lado oscuro e instintivo o incentivar el lado más luminoso y evolucionado, una posibilidad que tenemos para elegir siempre. Lo mismo muchos psiquiatras y científicos sentenciaron que la humanidad tiene una agresividad innata. Si nos comparamos con nuestros parientes más cercanos, la conducta animal y con la humana, se podría decir que la agresividad es genética; sin embargo, el humano es capaz de cosas monstruosas fuera de toda regla y ley natural, tanto que avergonzaría a cualquier animal, por eso mucha gente expresa a veces que no nos comparemos con los animales para no insultarlos.
Ellos están en armonía con el Cosmos. Casi se podría decir que no solo la agresividad es genética, y que el instinto de agresión dirigido hacia nuestros hermanos de especie y a todo tipo de vida es la causa de la violencia contemporánea. Lo bueno es que hay más en nosotros, mucho más de divino, y estamos caminando a un cambio maravilloso que requiere de mucho esfuerzo, pero estamos saliendo adelante como humanidad, dirigiendo nuestra vida hacia lo trascendente.
La inteligencia superior que mueve el Cosmos parece tener en el ser humano una firme esperanza de manifestación de lo mejor de la vida en este bello planeta, su propia divinidad. La violencia, el miedo y el odio los podemos transformar con amor, volviendo a la unidad.
Por otra parte, aunque nos veamos como criaturas diferentes, ese gran ser y nosotros, su creación somos en sustancia, Uno. Ambos somos Sagrados, como dice el Tao, y el paso que existe y que debemos encontrar entre la unidad y lo humano es la puerta a todo lo verdaderamente milagroso.
  Gurú Constancio                                Europa  7-06-2016

1 comentario:

  1. Definitivamente es necesario trabajar individualmente para lograr la paz interior, para que no se siga extendiendo la ola de violencia que está azotando a muchas partes del mundo, y que sólo va dejando campos sembrados de dolor, miseria y sufrimiento

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