lunes, 25 de marzo de 2019

Año nuevo Cósmico

Feliz año nuevo y bendiciones para todos los seres humanos con mucho amor.

Deseando un feliz año nuevo Cósmico número 71 y empezando el 72, donde ya se nota mucho la Era de Luz con la magia del Acuarius y como debe ser en todo cambio, con algunos coletazos de la Era de piscis. Un saludo muy especial a todos en particular a los queridos Gelong y a los que tienen esa consciencia y cumplen con un trabajo de servicio al mundo, aun sin reconocimiento. Hoy es un día particular para refrescar nuestra misión como seres humanos adeptos en un linaje, cuidando el camino hacia la tierra del Gran Ser que nos dió vida. 
Además de los saludos y abrazos a todos, se me ocurre pensar en la 2ª Cámara, la de los Gagpas cuando ya se entra en el gran circulo de nuestra consciencia y comenzamos a transitar el camino del Ser, por eso en una bendición, saludamos al Ser en cada Gagpa e igualmente en los grados siguientes; el tiempo madurando aquí nos debería llevar a la sabiduría que parte del corazón, si se supera el Ego y del ego la autosuficiencia. Ya en la tercera Cámara que corresponde al Gelong estamos más cerca del absoluto, del cuarto nivel que hace de puente con lo Sagrado. Deberíamos tener la posibilidad y capacidad de amar, reverenciar y colaborar con la vida a través de otros seres humanos, para que en cualquiera de sus manifestaciones sigan un camino que les permita descubrir poco a poco su origen superior en libertad, así ayudamos a espiritualizar el planeta, que es la Mision que nos encomendó el Hermano Mayor. 


Este servicio le da al Iniciado la posibilidad  de encontrarse directamente con su propio ser superior y alguna vez servir al Gran Ser casi todo su tiempo, pues se está en el nivel de Gelong realizando la consciencia de Gurú, ya desapegandonos de lo humano, pues después de algunos años de pulirnos, purificarnos y evolucionar a lo largo del sendero de Iniciación, el adepto finalmente ingresará al Sagrado Santuario Secreto, donde conducirá su vida apartadosé de una manera acuariana del mundo externo, dedicandosé al mundo del Ser, como lo hicieron los Grandes Maestros.

        Con el símbolo del Santo Grial en el centro de la cruz de la Orden del Acuarius, se le reconoce al miembro, un nivel alcanzado de comprensión y responsabilidad con capacidad de responder y de dar. Vaciar ese cántaro es fundamental para poder llenarlo nuevamente. No se puede poner más agua en una copa si no se la vacía previamente, así de simple es la Iniciación y un Gelong tiene mucho de nuevo para entregar al mundo. Sabemos que es bastante difícil compartir algo respondiendo intuitivamente a lo que el otro verdaderamente necesita, no lo que uno cree, sino una palabra que surja de lo transpersonal, de una síntesis Iniciática, ya casi desde el Ser, superando por lo tanto viejas estructuras o escritos de otros tiempos o de la enseñanza normal universitaria que es por supuesto muy importante y complementaria. Este tipo de respuesta son las que llevan a cualquier persona que se acerque, a ser aspirantes al conocimiento de las Ciencias Sagradas, a lo sagrado de sí mismos. 
      Algo de lo mucho que nos dejó el S. A José Marcelli y una parte pequeña de los Grandes Mensajes del Maestre Serge, R. De la Ferriere, nos sirve de referencia para seguir cuidando el camino y sirviendo a la vida, por eso lo comparto, aunque sé que seguramente ya lo leyeron, más abrazos y felicitaciones por estar activos y firmes en éste Gran Sendero.

Gurú Constancio


Extracto de la carta 66, 21-3-2003

“La noche es obscura y brillan las estrellas sobre el fondo negro del Ashram de la RedGFU en Umécuaro, Michoacán. Hasta aquí llegan por televisión los estallidos de los misiles y los incendios que producen sobre una ciudad milenaria. Esta vez no se trata de horror artificial, sino de guerra auténtica exhibida directamente por las redes de televisión y cuesta creer que es real, pero sabemos que, a pesar de todo, mañana amanecerá y habrá otra oportunidad. Los Gelong de la SOA se han reunido para celebrar el día en que se exaltan las virtudes de los Guerreros Místicos, el día 21 de marzo.

Los Guerreros Místicos son los que cuidan el camino que conduce hacia la Tierra Santa, el camino que conduce a la conciencia de lo humano hacia la conciencia del Ser, para integrase en una sola conciencia de lo eterno, aquí y ahora, en la Realidad. Un largo camino, que se inicia en la obscura necesidad de Ser y de permanecer para ser cada vez mejor. Es el presentimiento de la eternidad, -que no comienza y no termina nunca- desde una realidad donde todo cambia y pasa; es el instinto de supervivencia que avanza cuesta arriba sobre el filo del Presente, entre el vacío del Pasado, que ya no es, y del Futuro, que todavía no es. Un desafío que se resume en un Ego heroico que echa mano de todo lo que tiene frente a la Nada y grita: Ego Sum, Yo Soy, y hace saltar a otros Egos que aspiran a ser únicos para convencerse de que son por si mismos, hasta que el dolor y las derrotas los hacen aceptar a otros Egos y se afirman en la moral, la ética y la autoestima para que su paso por el mundo, por lo menos, sea recordado por los que pasarán más adelante; como aquel griego que puso fuego a su ciudad para que sus habitantes lo recordaran siquiera para odiarlo y fue condenado a morir sin que nadie volviera a pronunciar su nombre. Los Guerreros Místicos, además de luchar contra la Bestia de la Ignorancia, deben de ser constructores de puentes de conciencia sobre las columnas de la Ciencia y de la Religión, sobre el abismo entre la realidad humana y el Potencial de su Ser, entre la tierra profana y la tierra sagrada. Su misión requiere de duro entrenamiento para mantener su Fe abierta a lo eterno y su conciencia despierta para encontrar lo eterno en todas las cosas y en todos los seres, sin alucinarse con los espíritus, con los dioses o con los falsos santos con caras de mártires o de escritores, que acechan a los peregrinos que caminan en pos de la tierra santa de la experiencia de lo Sagrado. 

La Piedra de Toque del arco de la Sagrada Tradición Iniciática, -en el Grado de Gelong- que salva el abismo entre lo Humano y su Ser, es el Self, la continuación del Yo y de su autoestima, que asume la responsabilidad sin reservas sobre sí mismo y sobre todos los demás; el que realiza la unidad de la diversidad, la universalidad, y supera los límites del Instinto de Conservación sin renegar de él; el que eleva al Ego por encima de su personalidad, manteniendo su personalidad y es capaz de decir: ¡Aum Tat Sat! ¡Yo Soy Tu Mismo! Sin sentirse mayor que nadie; el que llega a la frontera de lo Humano y del Ser y está dispuesto a despojarse de todo para Ser Todo. 

Los Guerreros Místicos son los que mantienen despejado y libre el largo y sinuoso camino de la oscuridad hacia la Luz, el camino de las partículas que gravitan desde el centro hacia la periferia y retornan al centro en una danza inmemorial donde la oscuridad insiste en hacerse luz en el espacio inconmensurable y oscuro y en el tiempo eterno y vacío, hasta convertirse en espíritus minerales, vegetales y animales que buscan la conciencia de sus existencias y las magnifican en los dioses y las resumen finalmente en un solo dios que se encuentra en todas partes como Luz Original, Luz de la Verdad que se descubre en la Realidad, con experiencias y vivencias que se contrastan, se comparan y luchan para revelar las infinitas posibilidades de su Ser. 

En la Tradición Sagrada de los Iniciados Reales el Guerrero Místico es el Caballero del Templo, del Gran Templo donde mora el Ser, el templo del cuerpo humano. El Gelong dignifica a ese templo, lo alimenta, lo entrena, lo limpia y lo pone al servicio de todo lo que ennoblece a la vida. Su templo es su fortaleza y su fortaleza es su salud. Su valor es la conciencia de unidad de todos los Seres en el SER, su enemigo es la ignorancia. 

Los Caballeros del Templo cuidan el camino que conduce a la Tierra Santa, el camino que lleva de la oscuridad a la Luz, del Helal An y del An al Hel; de la inocencia luminosa a la densidad diamantina que palpita en el fondo del fuego purificador de la piedra filosofal y del elixir de la vida eterna que, al recibir el éter de los fotones del sol, hacen circular la luz y la transforman en partículas y conjuntos de partículas, que a través de influencias recíprocas, se resuelven en cosmogénesis, biogénesis y antropogénesis y apuntan hacia la cristogénesis, es decir, a la realidad del cosmos, de la vida, de los seres humanos y delCristo, del camino, la verdad y la vida que llevan al Padre.”

S. A. Jose Marcelli Noli

Los Grandes Mensajes
…Durante la última Gran Edad, los Grandes Maestros, que trabajaban por la espiritualidad del mundo, estuvieron congregados en el Tíbet solamente; ello debido a que este periodo ya finalizado, fue una época negativa, reservada para el silencio (La Edad del Pez), durante la cual el Sol en su movimiento aparente concordó con la constelación de Piscis, cuando únicamente gurús, rishis, iniciados de diversos tipos y personas predispuestas, han tenido el derecho de entrar a tales Centros Esotéricos. 
En marzo de 1948, como lo evidencia un conocido fenómeno astronómico (la precesión equinoccial), el Sol, en su movimiento aparente de retrogradación (un grado cada 72 años), ha penetrado en la constelación del Aquarius (signo del Aguador). El cuerpo organizador de la GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL será denominado en consecuencia, la Misión del Aquarius, y aproximadamente por dos mil años conducirá los asuntos mundiales como la Misión Pisciana (los cristianos primitivos) lo hizo antes. 
Si la época fue un período negativo, secreto y oculto, la Era de Aquarius es una edad positiva, abierta y pública, y la primerafaena de la Misión Aquarius es reunir, no sólo todas las religiones y sectas, sino también aproximar uno a otro los conceptos de la ciencia y la religión. A fin de establecer un balance entre ambas, es necesario introducir un poco más de filosofía dentro de la ciencia, e igualmente un poco más de ciencia en la religión. Subjetividad y objetividad deben llegar a unirse, a semejanza de los polos positivo y negativo de la electricidad, pues es por la unión de ambos que tenemos luz o como en la función biológica ejemplificada por la unión de macho y hembra en las especies, simbolizado ello por la unión de las dos líneas onduladas inscritas en el Zodíaco para representar el signo del Aquarius. 
El conocimiento intelectual y la espiritualidad mística deben ser unidos sin consideración de razas, credos, creencias, cultura o sexo, bajo un ideal común para el mejoramiento y adelanto de la humanidad a través de la aplicación del perfeccionamiento individual. 
Para el logro de este fin, la GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL ha establecido una organización que siempre ha tomado parte activa en el desarrollo de todas las grandes civilizaciones y ha formulado las mismas enseñanzas tradicionales dadas a los Grandes Maestros e Instructores, así como en los Colegios de Iniciación. Al Colegio pueden venir a prepararse las personas interesadas y recibir las grandes enseñanzas de la Ciencia Sagrada. En la época pasada, estas enseñanzas eran reservadas a una clase privilegiada, pero ahora los Santuarios (asientos del entrenamiento espiritual e Iniciático), son sitios donde el interesado puede ser elevado poco a poco a la condición de verdadera Iniciación, siguiendo los preceptos de los Grandes Sabios. 
El cuerpo organizador será conocido durante el período cósmico de Aquarius, como la Misión de la Orden del Aquarius, así como fue llamada durante los anteriores períodos cósmicos de Gemini, Taurus, Aries y Piscis respectivamente, la Orden de los Gemelos (el período adámico), la Orden del Toro (época egipcia y hebrea), la Orden de Ram (período de Moisés), la Orden del Pez (Institución cristiana). 
No se trata de una mejor forma de religión, sino de la síntesis de todas las religiones, pues este organismo se relaciona con el gobierno del mundo en términos de un diseño o patrón universal; es un sistema educacional y cultural más que otra cosa. Es la renovación del mundo por el intelecto. Es la reeducación del ser humano y la restauración o restablecimiento de la Palabra Eterna (Verbo Eternal: la Verdad).

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