viernes, 1 de febrero de 2019

Experiencias 18

Un viaje al Ashram de Puerto Escondido

“Todo emana del Gran Todo y todo actúa para integrarse a él; es la involución y la evolución…seguir ese inspirar-espirar del Cosmos es trabajar en armonía con la Ley Suprema” S. R. De La Ferriere.

La alegría y plenitud de vivir se encuentran casi siempre en el presente, de manera que cualquier experiencia, por más simple que parezca, puede ser maravillosa. Ya que las experiencias nos las entrega el Universo como oportunidades de crecimiento, conviene saber aprovecharlas y disfrutarlas lo mejor posible en este paraíso que llamamos Tierra.

El día martes 25 de diciembre por la noche, nos avisan que nos quedamos sin conductor para el carro que nos llevaría a Puerto Escondido, y así surgió la posibilidad de volver a manejar largas distancias. La verdad, después de cuatro años y medio sin manejar casi nada, y acostumbrado a que nos traslade siempre algún amable hermano conduciendo, volver a manejar, sin siquiera conocer el camino por donde viajaríamos, se convirtió en una aventura interesante.

Emprendimos el viaje, quedando el Ashram de Coatepec en muy buenas manos con Gerardo, Sagrario, Hugo y el Comité Operativo con dos Gurú. Partimos muy temprano, confiando en el GPS que sí sabía por dónde ir, y a los pocos kilómetros comenzamos a disfrutar el viaje a muy buena velocidad, la que no se notaba en el carro que pusieron a nuestra disposición, una camioneta Volvo muy especial por ser uno de los autos más seguros y confortables, todo gracias a la generosa amabilidad del querido Hassin, nieto del Maestro Don José Manuel Estrada. Paramos a las 7 am para hacer en el auto un Antenaje con algo de Ceremonia y continuamos más confiados y sintonizados.

Cada vez que experimento de un carro diferente, una casa, una cama, una buena comida, sin pretensiones de nada, por la generosidad de la gente que quiere colaborar en el camino de peregrinaje y servicio de un Gurú, lo disfruto y me conmuevo. Reflexiono cuánto cambia la vida al dejar todo y comenzar la etapa de Gurú, y recuerdo las palabras de Jesús el Cristo con relación a la enseñanza profunda de los que quieren seguir un camino de servicio a Dios: “Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna…”. Entro en una especie de éxtasis mientras repaso estas palabras y ¨respiro¨ el paisaje que va cambiando en el camino, sonriendo por seguir confirmando las claves del Sendero de Iniciación que seguimos.


Conversaciones, música, canto, junto a los clásicos “chuchulucos” como le llaman por aquí a la comida no tan sana: las papitas, nachos, cacahuates, refrescos, para ir masticando y mantenerse bien despiertos. El camino hacia el Ashram se convirtió en una oportunidad placentera para vincularnos y conocernos. Llegamos a la Ciudad de Oaxaca y paramos a descansar justo frente a un restaurante hindú, lo cual sugería que había que comer una rica comida exótica ¡Muy sabrosa para variar! Continuamos el viaje por las curvas del camino hacia Puerto Escondido y conocimos cómo vive mucha gente en las sierras, cómo demuestran su agradecimiento a su idea de lo Sagrado, con sus “mandas” y sus peregrinaciones a pie, en moto, en bicicleta o en carro.

Todas las maneras auténticas y sinceras de invocar lo Sagrado se deben respetar y valorar, porque cada consciencia es un mundo único y la manera de vincularse y agradecerle al Ser Supremo debe nacer de cada alma como algo personal.

Un descanso y agua de coco para hidratarse bien, ya sintiendo el calorcito de la playa en Puerto Escondido. Partimos al Tomatal, el lugar donde está el Ashram. Llegamos de noche y al encontrarnos con los amigos, los moradores y con el Gurú Lucy, quienes esperaban para compartir la cena, fue como llegar a casa en otro lado del mundo. Así es casi cada Ashram de la RedGFU, un hogar universal, cálido y amoroso para cualquier ser humano que necesite encontrar una familia espiritual y dialogar con su propia alma.


En este lugar, hace muchos años, cuando aún no se escrituraba y era solo un terreno sin camino ni viviendas donado por Don Ángel Armenta, hacíamos Antenajes en una palapa, que no era más que cuatro palos y una palma para que hubiera un poco de sombra. Con el amigo Jaime Ortega, ahora director del Ashram, y también con el amigo y Dr. Arturo Méndez, hacíamos los Antenajes con la intención de colaborar y ponerle energía al lugar para que pronto fuera un Ashram. En realidad, no sé si efectivamente sirvió de algo, pero cuando pienso en ello, sonrío.

La armonización muy temprano en la playa, con el cielo totalmente cubierto de estrellas y la Luna en cuarto menguante, todo al natural, libre de las luces de la ciudad, escuchando el bello sonido del oleaje del mar y sintiendo el calor de la arena acariciando el cuerpo y el alma, pues los cuatro elementos se perciben aquí tan vivos y generoso, que no queda más que sentir en silencio cómo una placentera paz invade el Ser.

Ceremonial acompañados por el Sol, que aparece a los dos minutos de iniciar. Disciplinas, mar y bucear con esnorkel en aguas transparentes, en playas tan tranquilas que parecen una alberca natural, con peces de infinitos colores y corales con formas y tonos increíbles que alimentan el alma y hacen vibrar el cuerpo, las emociones y la mente.

El Ashram de Puerto Escondido tiene, además de toda la costa que abarca el Ashram, muchas playas cerca para todos los gustos. Aquí se puede hacer turismo Iniciático y sin mayor costo. En la tarde del jueves llegó mucha gente y comenzó la convivencia, apertura, meditación, cena, guitarreada, cantos y al terminar, un merecido descanso arrullados por el sonido del mar. Es tan bello, que algunos duermen en las hamacas externas para vivir la naturaleza al máximo y con comodidad.

Una noche, luego de una meditación mirando la puesta de Sol y ya en nuestras habitaciones, nos dice Emmanuel que había olvidado sus sandalias en la playa, así que salimos a recogerlas. En la playa, ya al volver, miramos el cielo impecable y limpio. De repente, apareció una enorme estrella fugaz que recorrió todo el cielo, y de la cual podía incluso apreciarse la forma perfecta de la bola de fuego. Emmanuel dice: “¡El meteorito de la era de los dinosaurios!”. Nos quedamos sorprendidos por tanta belleza que dejó encendidos nuestros corazones, pensando que el Universo nos estaba concediendo algún noble deseo.

La segunda armonización se vuelve más profunda y algunos disfrutamos, luego de la gimnasia, un baño de mar antes del Ceremonial. Sigue el dialogo que se vuelve interesante pues hay personas que por primera vez visitan un Ashram y experimentan algunas disciplinas. Luego del desayuno partimos a Puerto Escondido a comenzar el Encuentro de Yoga Internacional en la playa Zicatela, donde representantes del gobierno, ponentes y miembros de la RedGFU, inauguran un día lleno de todo tipo de actividades. Nos recibieron como parte de la familia, ya que Don Ángel Armenta, ciudadano ilustre, nos apoya y nos presenta compartiendo su hotel y su lugar en la playa. Prácticas, conferencias, buena comida y baños de mar en los descansos, hacen un día maravilloso en todo sentido. Terminamos con una sentida meditación dirigida por el Gurú Lucy, mirando la puesta de sol en el mar, sumado a la música de los Cuencos. Volvemos cansados pero contentos al Ashram.




Continúan las oportunidades de compartir las disciplinas que nos cultivan en todos los niveles. Tenemos tiempo de nadar en el hermoso mar del Ashram, que a veces está tan calmado que invita a nadar más lejos, así que le hago caso y mar adentro me encuentro con una mantarraya que pasa despacio bajo mis piernas, así como también peces, cangrejos y rayas pequeñas cerca de la orilla, y el sol que penetra con sus rayos hacia el fondo del mar, dibujando trazos con colores y movimiento que al cruzarse con alguna partícula o ser vivo refleja colores aún más brillantes; un paisaje único acompañado con la magia del silencio.

El domingo nos levantamos a ver el amanecer y pasear por la playa. Al clarear vimos una tortuga poniendo sus huevos y fue algo que nos emocionó a todos. Cuando terminó, comenzó su regreso y la acompañamos al mar sin detenerla para no molestarla, y ella nos brindó la oportunidad de acariciarla. Al final, para cuidar sus huevos de los depredadores, los buscamos entre todos. Tardamos, pero al fin pudimos cuidadosamente desenterrarlos hasta juntar aproximadamente 70 huevos. En una caja los trasladamos con la misma arena, a un lugar que ya es privado dentro del Ashram. Fueron momentos inesperados y hermosos para todos. Los huevos tardarán entre 50 y 80 días en eclosionar, ¡cuántas ganas de volver para cuando nazcan! Aquello revistió la despedida del lugar y de la gente con un sabor muy dulce y especial por todo lo vivido, que queda en el alma y nos une para siempre.

    

Esta hermosa experiencia, es solo un ejemplo de las muchas que vivimos todos como hermandad, con la intención de continuar, con respeto y humildad, el camino mostrado por el Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, a quién recordamos hoy en el día del aniversario de su nacimiento, continuando con su ejemplo y contribuyendo a su obra.




Gurú Constancio.
Coatepec, Veracruz. 18-1-2019.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario