sábado, 1 de noviembre de 2014

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¿La muerte es real?
La muerte solo es el sueño, de una vida que continua.

          Día de muertos en algunos lugares del mundo, un periodista Mexicano por las redes sociales, pide de regalo, algún comentario sobre la muerte y algo surge.

        Siempre circula la luz del sol por medio de los elementos que fluyen en nosotros. Circula la vida en ciclos, todo fluye permanentemente. Así como nos despertamos al amanecer, experimentamos el día y nos contraemos a la noche para dormir, eso es en lo micro y en lo macro, nacemos, vivimos, 80 o más años y nos entregamos al “sueño” de la muerte por unos años hasta volver a empezar. Lo que permanece de nosotros, es invisible a los ojos comunes. Lo que verdaderamente somos, podría decirse que es solo un conjunto  de partículas invisibles, energía que cobra vida física, en un cuerpo humano mujer, apenas esas “dos células” se juntan ocurre un “chispazo”. Ese es el comienzo, pero ¿Qué continua? Lo que podríamos llamar alma, es la esencia, el resumen de un conjunto de experiencias que se acumulan, cuando el ser se proyecta hacia lo humano, casi todo lo que vivimos en un ciclo que abarca: Nacimiento; vida, que nos da la oportunidad de vivir experiencias, que alimentan la consciencia, la parte visible del alma humana;  sigue la muerte de lo que somos como personas, a un sueño, sin memoria donde esos elementos vuelven a su estado natural, pero dejando huella, ¿dónde?, en lo que trasciende. Por eso podemos asegurar, que estamos aun, inmaduros como especie, se nota, porque le damos tanta importancia a todo lo efímero de la vida, lo que es, solo como Ego, la imagen de la realidad, el vehículo. Pero lo que realmente somos, es inmortal en nosotros, y va creciendo, por todo lo que se imprime en esas partículas de esencia. Momentos que vivimos intensamente, las experiencias profundas, lo que nos alimenta el entendimiento… todo lo demás, se va con el cuerpo, desaparece. Venimos de la unidad y volvemos a esa unidad, para en algún momento volver a empezar y así hasta llegar a nuestra máxima posibilidad de consciencia.

Enseñaba el Maestro José Marcelli. “La historia detrás de la historia. El secreto del vacío sin límites en el potencial Puro del Ser. El Sat Divino en la expansión luminosa y la contracción obscura en el An, con su fuego purificador. La Piedra Filosofal, el Elixir de la Vida Eterna y el Éter, la Alquimia del eterno retorno. Sales, humedad y luz, fotosíntesis. Partículas y conjuntos de partí-culas: Cosmogénesis. Influencias recíprocas entre partículas: Biogénesis. Influencias recíprocas entre formas de vida: Antropogénesis. Experiencias de hombres y conjuntos de hombres: Cristo génesis, o Budogénesis, lo mismo da, según el lado de la esfera terrestre desde donde se vea. Siempre en la dualidad del día y la noche de la Vida y de la Muerte, de lo femenino y de lo masculino; arriba y de lo femenino y de lo masculino; arriba y hacia el Sat. Expansión y contracción, ritmo, sístole y diástole en el corazón, en el centro. Luego el instinto, el Ego, el Yo, el Self, el Ser. La circulación de la Luz del Ser Supremo al Ser Humano y del Ser Humano hacia el Ser Supremo; de la inocencia a la conciencia y de la conciencia a una conciencia mayor. Autoconciencia por selección natural. La búsqueda del infinito grande en el infinito pequeño y del infinito pequeño en el infinito grande. La Verdad de la unidad reflejada en la dualidad de la Realidad. El Todo en todo y cada cosa en su lugar.”
        El culto a la muerte ya tiene demasiado tiempo, es respetable, más cuando se amo mucho o cuando se amo tan poco, que surge la necesidad de compensar eso, con ofrendas, flores y tiempo de visita a un cementerio. Necesitamos ahora seres humanos que practiquen un culto a la vida, esta es la función más importante de la muerte, que valoremos la vida, que la disfrutemos, la aprovechemos y especialmente que apreciemos a los seres humanos que nos rodean cuando están vivos. Todo circula, así es el cosmos, de avance y de cambio, de renovación y reciclase natural, que revela constantemente sus incalculables posibilidades de Ser, de acuerdo con los ciclos  del Tiempo y del Espacio. Su proceso es continuo, espiral y evolutivo, del centro hacia la periferia y de la periferia hacia el centro, como el día y noche, como vida y muerte. Simple entonces, la muerte no solo no existe como final, es solo parte de la continuidad de la vida…por ciclos de contracción y expansión.

           Gurú Constancio                                  Desde piedras del Sol         1-11-14

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