Experiencias 17

La alegría vive en el alma, está en cada ser humano, solo hay que dejarla fluir; es la chispa divina en sus infinitas posibilidades; no importa lo que seas, qué etapa está pasando tu esencia o que experiencias necesitas vivir, lo fundamental es que fluya ese pedacito del ser que mora en ti, entonces todo se armoniza, sin límites, sin miedos ni pretensiones, deja salir la música de tu interior, tu vibración única y entonces el universo vibrara contigo.

Parece un poco loco expresarse así, pero hay experiencias que no se pueden explicar bien. Queda simplemente el intento de compartir por escrito la plenitud de vivir las impresiones de ser, en las pequeñas cosas, porque luego es más fácil profundizar en las disciplinas, para expandir la mente hacia la Consciencia de Unidad.

Unos monitos se acercan aun sin ofrecerles comida, uno juega a la pelota con un coco con otro que trata de sacársela, algunos se arriman más y uno me toma la mano, momento mágico, tan simple y tan amoroso, lo vivo como un saludo del Ser.

El Ser que fluye en el Ceremonial, en el movimiento cotidiano, en el amor, en un kata, en una ásana, el ser en la naturaleza, el Silencio del Ser en la meditación, y todo continúa. Cada momento puede ser más bello y más profundo, acercando la percepción de la eternidad en un mundo diverso, eterno en la esencia y efímero en sus formas.

Ashram Cañón del Guarco.

Un bosque lleno de magia es el lugar donde la RedGFU de Costa Rica tiene su ashram, tanto que cualquiera que se dé la oportunidad de pasear entre esos árboles centenarios y su naturaleza tan especial, queda enamorado.

Aquí, en la manifestación de ese mundo elemental y en sus viejos robles, parece haberse inspirado una parte de la película del 'Señor de los anillos', donde esos viejos sabios árboles van a la guerra para ayudar a los humanos. Es que es un hermoso bosque húmedo de montaña, primario y secundario, de unos 150 a 250 años, con tanta vida misteriosa que solo al respirarlo se disfruta.

Cuenta Paracelso en sus obras alquímicas que cada elemento tiene sus elementales: los de tierra los Gnomos, los de agua las Ondinas, los de aire las Sílfides y los de fuego las Salamandras. Esta es una

de las tantas maneras de describir su apariencia misteriosa, para que podamos identificarlos. Datan de mucho tiempo, seguramente anteriores a la aparición de los seres humanos en el planeta; son los que materializan la vida invisible en formas, y en este bosque se perciben muy presentes.

La vida está en todas las cosas, en todas partes, en el vacío y en lo lleno, pero en el bosque del Ashram del Cañón del Guarco es más real, se siente, se ve a simple vista, sus elementos vivos, muy vivos, sus árboles “hablan” llenos de mucha energía, albergando todo tipo de seres en sus ramas, invisibles y visibles, que se sostienen a sí mismos y a otras plantas, en una simbiosis de esplendor, donde cada elemental pone lo suyo.

Así que al caminar por ese bosque en una meditación activa, en completo silencio, viviendo el absoluto presente, se descubre la vida entrando por los ojos, por los poros, el olfato, los oídos y el alma.

Se puede expresar de lo que perciben los sentidos y los ojos de la intuición, tal vez viejos recuerdos de otros bosques en otras vidas, juntos en el presente, la compañía completa en un pequeño universo de formas infinitas.

Una alegría profunda me invade mientras cantan pájaros desconocidos, y no sé qué decir para describirlo… En un momento, la gran sorpresa; un árbol muy sabio y enorme, bellísimo, protector y dador de vida. No queda nada más que dejarse fluir y abrazar a ese gran roble encino, uno de los cinco guardianes más viejos del ashram. Pareciera que siente el amor que le damos, en esa cadena humana que armamos abrazándolo, y lo devuelve como un gran padre-madre. Todos en silencio, percibiendo, disfrutando y contemplando nada más.

Aquí la noche es intensa; puede traer viejos miedos o una paz profunda, pero la mañana es gloriosa, llena de vida, invadida por los rayos del sol que cambian de forma en cada hoja y se reflejan en colores preciosos en cada pedacito de existencia, en pájaros, insectos, hojas, flores, enredaderas, musgos, hongos, bromelias y pequeñas orquídeas. Pura vida.

Los 4 elementos se manifiestan como fuerzas reales, de la naturaleza.

¿Pero qué es la Tierra? Además de lo concreto que vemos, se revela en lo sutil como : firmeza, estabilidad, producción, solidez, generación, arraigo, tenacidad y energía acumulada. Nos sostiene, nos hace prácticos, pacientes, disciplinados, cautelosos, conservadores. La Tierra necesita límites y estructuras para sentirse segura y entonces sostiene todo. También en lo humano, por eso un cuerpo saludable y feliz, se afirma y deja fluir lo mejor de la fuerza de la tierra.

¿Qué es el agua? Se manifiesta en nosotros como: flexibilidad, adaptación, sensibilidad, fluidez, reserva, intimidad, compasión, nos da la necesidad de vincularnos emocionalmente, porque el agua necesita conexiones emocionales para sentirse “clara” y fluida. Además, es devoción, misericordia y la capacidad de servicio impersonal. Emociones que corren, que se expresan, se muestran, se manifiestan y se reciclan continuamente sacan lo mejor del agua en nosotros, nos proporciona animación.

¿Qué es el aire? Viento, libertad, ideas, liviandad, cambio, movimiento, centro en la mente, análisis, desapego, perspectiva, verbalización, curiosidad, corriente, respiración, conceptualización y necesidad de socializar. En lo humano, el aire necesita fluir en la comunicación e interacción social para sentirse positivo. Para sacar lo mejor del aire en nosotros, necesitamos cambios continuos en las estructuras, una mente en actitud de permanente aprendizaje es una mente animada que hacen que el aire se mueva feliz y circule.

¿Qué es el fuego? Vitalidad, pasión, vehemencia, calor, energía, entusiasmo, fuerza, franqueza, radiación, brusquedad, voluntad, iniciativa, transformación, exaltación e impaciencia. En lo humano, el fuego necesita sentirse valorado y ser capaz de actuar a través nuestro para sentirse seguro y positivo, porque el fuego proporciona la vibración que viene del sol, es kundalini en nosotros, la fuerza vital, el Agni de la filosofía hindú.

Se cuenta que cuando el planeta era solo una masa incandescente y sin vida, los elementales ayudaban en la creación, a los Espíritus Superiores, los Arquitectos Cósmicos, quienes eran los encargados de coparticipar en la obra del creador. En el Ceremonial en cierto momento sucede lo mismo, nos ayudan a trabajar por una gran obra, la evolución de la conciencia de todos los seres. Por eso, contemplar de cerca la lava que fluye a 100 km por hora con una temperatura de 1000 grados en el volcán Masaya fue una experiencia muy especial, como ver parte del principio de la vida en el planeta. No vi salamandras, tampoco algo diabólico (porque dicen que esta es una de las 6 puertas del infierno), pero percibí la belleza, la vibración y esa enorme fuerza transformadora del fuego.

Cuando estoy en el avión rumbo al México querido, recuerdo un poco de cada país de esta gira por centro América, pasando además por Colombia, en un encuentro de M. Gegnianes y Gegnianes maravilloso en el Ashram de Tena, con disciplinas y talleres, donde todos aprendimos. Guatemala, en una convivencia en un santuario natural hermoso, creciendo y con ganas de seguir avanzando y expandirse. El Salvador, progresando y abriendo un nuevo lugar. Costa Rica, pura vida y un trabajo generoso en el ashram, con un grupo humano noble y constante. Nicaragua, sacudiéndose un poco de telarañas que salen cuando nos absorbe la vida cotidiana y despertando. Una hermandad que dio mucho y que está dando más.

Nuevos grupos de Estudios en todas partes van naciendo en la nueva tónica, y grupos de Meditación con gente nueva, Gelong, Gagpas y Getuls están trabajando con nuevos bríos.

Qué hermoso viaje, inesperado, una hermandad cálida resurgiendo, entusiasmados de nuevo con seguir sirviendo. Gente que se acerca de las conferencias en las universidades directo a Yamines, Profesores interesados en estos temas e invitándonos a dar clases en las universidades, hermanos que vuelven a su casa luego de años, recomenzando.

Hay mucha generosidad en la hermandad de estos países, especialmente en los que sostuvieron con bondad el trabajo de la RedGFU y la Orden en épocas difíciles.

Me quedo con los pensamientos de Buda que salieron al finalizar la gira:

Todos los problemas comienzan en “Me odian, no me entienden, me engañan”. Los que guardan en su mente estos pensamientos, nunca podrán liberarse de las causas que provocan su autodestrucción.

Que nadie engañe a otro, que nadie desprecie al otro, que nadie por enojo u ofensa desee el mal al otro.

               Lo mejor: La inmortalidad se alcanza solo a través de actos incesantes de bondad.

                                    Lo más necesario, un corazón amoroso.

     Gurú Constancio           Ashram I. Mundial Coatepec Ver. México 2-10-17