domingo, 22 de octubre de 2017

Notas 10-14

Lealtad

Nota 10- Cuando se encara el tema de la fidelidad es inevitable hablar de los roles de género.
Los seres humanos, heredamos mandatos o creencias culturales y así terminamos internalizando por generaciones, maneras de vivir que ya no sirven en la actualidad. Debemos entonces cuestionarnos dichas creencias y partir de bases reales para crecer en el amor.
Si, hace mucho tiempo, la mujer disfrutaba de una amplia variedad de derechos como en el antiguo Egipto, las desaparecidas Druidesas, en la Gran Bretaña de los celtas y el Japón, por ejemplo, reinas y emperatrices gobernaban sus imperios mientras que los hombres ocupaban cargos subalternos. Entonces debemos volver a desarrollar esta fuerza de la mujer y aprovechar la sabiduría femenina igual que la de los hombres.
La historia cuenta además que también hubo abusos, ¿entonces dónde está el problema? Pues que no sirve un Matriarcado y tampoco un Patriarcado. Lo que necesitamos, son seres humanos que amemos sin abusar unos de otros, si no es, en una ayuda mutua para felicidad de todos. Tendencias machistas o feministas ya sabemos que no resultan, la clave está en la Equidad.


          Nota 11- El punto de vista de una noble dama M. C., bien preparada en estos temas como terapeuta.
                      “Hablando de la cuestión social y cultural se puede afirmar que la infidelidad en el varón ha sido más permisiva que en la mujer e incluso en muchas ocasiones no solo es permisiva, sino que es incluso promovida como algo necesario y bien visto, es decir, que él hombre tiene una facilitación social para las infidelidades y los engaños que las mujeres no tienen. Solo citando el oficio más viejo del mundo, pues existen prostíbulos desde los tiempos inmemoriales en donde los varones iban para obtener placeres sexuales. Actualmente existen los prostíbulos, los cabarets, saunas etc. en donde se pueden encontrar sexo en la mayoría de las veces con paga. Por otro lado, la imagen de varón infiel suele ser mejor tolerada y en muchos casos valorada, a diferencia de la mujer infiel que con frecuencia será condenada o mal vista.  Por otra parte, el varón vive las infidelidades diferentes a las de la mujer, para nosotras el amor y el sexo suelen estar estrechamente relacionados, en cambio para la mayoría de los varones no es necesariamente así.
Los motivos que llevan a los varones a ser infieles son muchos y variados, entre los más frecuentes, además del simple deseo de tener sexo, están los relacionados con la búsqueda de aventuras, la necesidad de afirmarse como machos, levantar la autoestima, sentirse validados por sus conquistas y no dejar oportunidades de disfrutar sexualmente. De forma general un varón puede tener sexo ocasional una vez con alguien ya sea varón o mujer y no pensar nunca más en esa persona, este tipo de conducta no suele traer cuestionamientos morales, en cambio, en las mujeres de acuerdo a su educación esto no suele ocurrir, y si pasa, es común que existan sentimientos de culpa, vergüenza o cuestionamientos fuertes por el hecho. Por otro lado, en cuanto a cómo vive el hombre el engaño, se puede decir que se manifiesta de una manera distinta a las mujeres ya que existe una presión social cuando es el hombre el que es “engañado”, puesto que éste puede ser juzgado por “no ser capaz” de satisfacer a su mujer” y además habitualmente no se espera que la mujer sea la que engañe. La infidelidad en el hombre puede ser vivida como una humillación por eso suele tener vergüenza y temor de que se haga pública la infidelidad. Este orgullo y este machismo de los varones hace que les resulte difícil superar una infidelidad, si fueron engañados, independientemente del afecto y del amor que tengan a su pareja. Por otro lado, si un hombre perdona a su esposa infiel tampoco es tan aceptado socialmente, ya que se le ve como un signo de debilidad o de permisividad. Ocurre lo contrario en los casos en donde el varón ha sido infiel, se espera que la mujer lo perdone si muestra realmente un arrepentimiento sincero.
Porqué tanto problema con este asunto de las relaciones entre los seres humanos en la actualidad? Por el incremento notable del número de divorcios, de familias dirigidas por mujeres, la tendencia al aumento de mujeres viudas y divorciadas que se abstienen de contraer nuevas nupcias (así les habrá ido), la falta de apoyo para el cuidado de los hijos  provoca que las mujeres ya no deseen tenerlos para poder dedicarse a su superación personal, al aumento de madres solteras, a la formación de parejas homosexuales, la elevación de la edad promedio en la que hombres y mujeres contraen matrimonio, el decremento del número de hijos, el aumento de las mujeres que prefieren permanecer solteras, la paternidad irresponsable, etc. Y esto sin contar el sin número de matrimonios falsos que se esfuerzan por mostrar una imagen que no engaña a nadie, más que a sí mismos en una aparente “normalidad”.

        Nota 12- Un aporte que suena interesante y también es respetable…” Hay culturas en el mundo en las que está bien ser polígamos, y tenemos en común con esa cultura en que somos SERES HUMANOS, entonces si otro ser humano tiene la capacidad de compartir su amor "romántico" o "sexual" o de pareja como quieran llamarle, ¿Por qué en nosotros no? Pues porque en nuestra cultura occidental se nos ha educado para que seamos monógamos y tachemos el compartir nuestro amor con otros llamándolo infidelidad, tal vez es simplemente un constructo social, así como en otras culturas no cabe la idea de que una persona sea monógama, para nosotros no cabe la idea de que una persona sea polígama. Claro está que los celos existen, pero pienso que es parte del mismo apego que creamos hacía las personas, al apegarnos también a nuestro constructo social, y claro está también que surja la duda de que, si a veces uno no se da abasto con una sola pareja, ¿cómo podría hacerle para compartir tantas? Y pienso que esto nos pasa porque simplemente como no tenemos la cultura de la poligamia no hemos aprendido a trabajar con ella. En mis experiencias personales, me he sentido atraída hacía más de una persona al mismo tiempo y también la mayoría de mis amigos, incluso amigos de cincuenta y tantos años casados, que se sienten atraídas por otras personas o que tienen estas otras parejas escondidas a las cuales se les llama acciones de infidelidad. También está que, muchos tienen hijos y claro que una decisión de compartir a su pareja o tener otras parejas, es algo que acaba afectando a terceros, sin embargo creo que esto además de que es porque los niños tienen las mismas ideas que sus papás, es en parte por el: "¿Qué dirán?" y es ahí cuando entra nuestro papel como individuos que conformamos una sociedad. Pienso que deberíamos de dejar de juzgar a la gente que comete los llamados actos de infidelidad y  más nosotros que estamos en esta Orden donde trabajamos para desarrollar la conciencia!!!! Al fin y al cabo, tal vez esas personas se atreven a hacer cosas que nosotros no, o a abrir su mente, cada quien es libre de vivir su vida como crea que es correcto”.

          Nota 13- Otro interesante aporte de M.C. “Entre las causas que pueden llevar a una persona a ser fiel, se encuentra el amor, los valores, la confianza, las creencias que juegan un papel muy importante en este punto, en el raciocinio, las convicciones religiosas, las presiones sociales, el control de los deseos y emociones, en el miedo a perder la estabilidad, etc. Dentro de  estas, considero que la más importante tiene que ver con el compromiso y el contrato que se establece en la pareja. La palabra empeñada, el afecto, el compañerismo y el respeto.
Retomando el concepto de monogamia, esta se remonta a los tiempos en que se dio el paso de las culturas matriarcales, colectivistas y basadas en una agricultura de subsistencia, que se encontraba principalmente en manos de las mujeres, a sociedades patriarcales donde la agricultura es intensiva y ésta se basa fundamentalmente en la explotación de la tierra y el derecho de posesión sobre ella. El cambio de paradigmas y el pasaje de una sociedad matriarcal a otra patriarcal fue un proceso gradual y muchas veces violento, que se fue dando de distintas formas, en general mediante la imposición como en el caso de las invasiones arias a la India.  En ese sentido comienza a establecerse un paralelismo entre la posesión de la tierra y la posesión de las personas, por eso la monogamia se basa en una estructura vertical basada en la propiedad privada. Los pueblos patriarcales con sociedades jerarquizadas tienen como fundamento la autoridad establecida por el líder que también tenía poder sobre la tierra y las personas. En la cima de la escala social se ubicaba el varón, que era asimismo el padre que tenía derecho sobre la mujer, los hijos y la tierra. Éste debía garantizar que su descendencia fuera legítimamente suya, por lo tanto necesitó controlar cada vez más a las mujeres. Solamente el varón podía tener acceso a las hembras, nadie podía usar sus pertenencias, ni la tierra, ni sus mujeres. En otros casos en donde no había tantas mujeres, los hombres debieron llegar a algún tipo de acuerdo mítico, para que cada uno pueda tener al menos una mujer. Esto para algunos puede ser la explicación de la monogamia, la posesión exclusiva sobre el compañero sexual volviéndose asimismo exclusivo de esa persona. Como podemos ver la monogamia tiene que ver más con una estrategia, más con un sistema que con una situación genética o natural entre los hombres y las mujeres.
El hombre parece haber creado socialmente a la monogamia  para mantener el poder y la dominación sobre su pertenencia y quedó atrapado en esta modalidad de relación que en muchos casos le genera insatisfacción e ideales imposibles de cumplir. Es así como surge la doble moral, la hipocresía y junto con ella vemos aparecer como correlato concreto de este doble discurso de la monogamia, a los prostíbulos, las casas en donde el varón encuentra el placer sexual que le negaron sus mujeres y al final lo terminaron también negando o limitando para todos los varones.  No obstante, se puede decir que actualmente se están generando nuevas formas de vinculación por lo que se requiere de nuevas maneras de conceptualizar y pensar la fidelidad, rompiendo con la visión tradicional que nos ha sido impuesta.

         Nota 14- Fidelidad y Lealtad son dos palabras que están muy relacionadas, pero lealtad es la clave para empezar a practicar o desarrollar en el vínculo, los valores que lo pueden sustentar: rectitud, honestidad, honradez, nobleza… si dos seres humanos, aun con fallas y defectos se dan la mano y en casi cualquier situación se acompañan, entonces aun cometiendo algunos errores que a todos nos pasa, todo se puede solucionar porque se puede contar con el otro. Así que digamos que desarrollar la lealtad es mucho mejor, que utilizar una fidelidad tan relativa, que a veces tiene más tinte de posesión del otro que de amor. Sé que se mezclan los dos conceptos, pero, aunque la lealtad también es el cumplimiento de aquello que exigen las “leyes” similares a la fidelidad, en la lealtad no debe haber un sentido de fidelidad en absoluto como un concepto de aparente coherencia llevado al extremo e irrealizable. Lo importante es el honor, la palabra dada, el actuar noblemente; una virtud que se desarrolla en la conciencia y que implica cumplir con un compromiso, aun frente a circunstancias difíciles, cambiantes o adversas. La lealtad apuntala la esperanza, que es algo fundamental en la Iniciación Real que sirve a la vida y también para lograr una buena relación en una pareja que seguramente va a enfrentar problemas que resolver, se trata de ser confiable y tener un compromiso con el prójimo.
Como contrario de la lealtad podría ponerse a la ingratitud, aunque se presenta la traición, que supone la violación de un compromiso expreso o tácito. Generalmente se considera más común que ser desleal es ser infiel en una relación de pareja, pero eso no expresa todo, la infidelidad solo es un aspecto, hasta diría que se puede ser leal aun habiendo sido infiel, porque ante un problema como este, en una pareja que cultiva el amor, a veces con una responsabilidad sobre sus hijos, las personas pueden ayudarse a superar los vacíos que la causaron y apuntalar a la familia y la pareja. Todo debe girar en levantar la dignidad del Ser Humano y la relación, el esfuerzo para elevarla, más allá de ideologías y credos, por eso puede convivir una pareja de ideas religiosas diferentes, no se es “infiel” por tener diferente idea de Dios, tampoco se es infiel, por tener diferentes concepciones, convicciones y prejuicios.
La lealtad además se alimenta de la gratitud, el compañerismo y el amor, de alguna manera, estar preparados para dar todo por el otro. Algunos animales son capaces de mostrar a las personas ese tipo de vínculo. El perro y el caballo suelen ser mencionados como animales leales, capaces de arriesgar sus propias vidas para salvar a sus familiares humanos.
Ser leal también puede considerarse una entrega que no exige nada a cambio, en la lealtad hay mucho de amor y libertad, por eso se dice que la conducta del Iniciado Real tiene la huella de la lealtad, la que se basa en el auto conocimiento, claridad de ideas y de objetivos a realizar. Eso da la posibilidad de crecimiento, pues se debe tener disponibilidad para compartir y comunicar lo que hay en el interior lealmente para armar una profunda relación. Podría decirse que en una pareja que aprende a ser leal, se manifiesta un esfuerzo constante para mejorarse a sí mismos y fundamentalmente alimentar lo mejor de los dos para la evolución de la Vida.

                          Gurú Constancio                                                    18-3-2017

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