Sobre el Ser, el deseo, el amor y los vínculos.
No es sabio el que deja de desear, ni el que reprime sus deseos, sino el que desea lo que le hace bien.
Baruch Spinoza
Quizás
el deseo más bello sea el de querer Ser. Cuanto más uno se esfuerza por
buscar lo que le es útil, lo que le hace bien, lo que lo hace feliz, lo
que aumenta su potencia y le vuelve más intensa y bella la vida, más
virtuoso puede ser.
Desde este punto de vista, por virtud y potencia debemos entender la
misma cosa: la esencia del ser humano en tanto quiere Querer ser, Saber
existir, Osar vivir y Callar lo que ya no le sirve. Siempre en el
esfuerzo por conservarse a sí mismo.
Si fluímos de manera natural, entonces deseo, potencia, virtud, razón e intuición se alinean en una única tendencia, la esencia de lo humano que intenta ante todo proseguir en el ser y aumentar su fuerza.
Por
eso solo buscar reconocimiento y halagos de otros seres humanos,
generalmente es un gran impedimento para crecer realmente hacia el Ser,
porque para lograrlo es necesario vivir alienados, en una sociedad que
aún sigue en lo superficial, donde la imagen lo es todo; entonces una
aceptación y reconocimiento de esa sociedad nos lleva al vacío, pues el
camino hacia alguna iluminación o la plenitud real de la vida es
justamente el sendero contrario.
Sé
que tener seguridad, bienes, familia, un lugar en el mundo, es algo
fundamental para cada ser humano; sin embargo, depender o apoyarse solo
en eso, únicamente sirve para pasar muy bien la vida, lo cual es bueno,
pero hay más: la posibilidad de tratar de trascenderla y recordar que
somos eternos.