THANATOS III
Como seres humanos, creemos en el final de la vida y le tememos a la muerte por instinto natural; en gran parte porque nos han enseñado que morimos, además, observamos que de hecho desaparecemos físicamente. En la muerte, los 4 elementos que se encontraban en nosotros vuelven a la naturaleza y dejamos de “reflejarnos” en la forma física que teníamos.
Nuestra conciencia tiende a asociar la vida casi exclusivamente con el cuerpo biológico, sin embargo, la vida es mucho más. Todo lo que crea nuestra mente, aquello que pensamos o imaginamos que podría suceder, puede en efecto ocurrir en algún punto de este Universo o incluso en otras dimensiones. Son múltiples las posibles realidades, por lo que afirmándonos en el pensamiento de que “nada se pierde y todo se transforma”, podemos llegar a la conclusión de que la muerte no existe en el sentido Real, es decir, desde la esencia inteligente que rige el Universo.
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Entonces, ¿cómo podemos afrontar las perdidas, el fallecimiento de un ser querido, o la muerte natural de nuestros padres? como lo expresa San Agustín. La premisa de que la conciencia puede crear la realidad, no es solo una idea abstracta, sino que tiene soporte en la física cuántica y la psicología social, además de estar en concordancia con algunos descubrimientos que han aportado tanto la biología como la neurociencia sobre la estructura de nuestro ser. La visión maravillosa de que nosotros como vida, podemos crear el Universo y no solo al revés, nos permite concluir que el Universo crea la vida que conocemos y a su vez, el tipo de vida que somos puede crear al Universo, ya que somos partículas conscientes del mismo Ser Creador.
Son abundantes los misterios de la existencia humana y de la muerte en sí. Sin embargo, científicos aseguran haber resuelto uno de estos misterios, que concierne a cuánto tiempo sigue funcionando la conciencia humana después del paro cardiorrespiratorio. De acuerdo a científicos británicos, se ha descubierto que una persona puede estar al tanto de lo que sucede entre 2 y 3 minutos después de la muerte.
Científicos de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido, llevaron a cabo un estudio a gran escala, cuyos resultados aparecen publicados en la revista médica “Resuscitation”. En el experimento participaron más de 2.000 personas que habían pasado por la muerte clínica. Se observó que prácticamente uno de cada dos, se daba cuenta de lo que estaba sucediendo a su alrededor durante el paro cardiorrespiratorio.