Luego de unos días maravillosos en el Ashram de Cuautla, con tanta actividad que no hubo tiempo de saludar por las fiestas o responder todos los correos, pero como la Navidad continua, feliz Navidad y año nuevo profano para todos. Que la inteligencia creadora que fluye en todo, desde el corazón del Sol, los bendiga.
Además algo muy especial a toda la fuerza de esa energía que nos impulsa a ser mejores se sumo la madre que nos cuida, que nos llenaba en cada armonización con música para el alma que llegaba adentro y afuera la música de las esferas vibrando desde la luna llena al amanecer, e intensifico la posibilidad del vinculo con lo Sagrado en cada uno de nosotros.
Es tan especial el solsticio en el planeta, que lo mejor que podemos hacer es estar receptivos a esa sutil fuerza que emana desde nuestro dador de vida. Al sintonizarla nos nacen ganas de transformarnos, mejorarnos, encontrando un sentido claro a la experiencia de ser humanos. Como dicen los sabios tenemos que levantar al Hijo del Hombre que se encuentra crucificado dentro de nosotros mismos, por resentimientos, prejuicios, miedos, falta de amor…para convertirlo en un Cristo Rey, sin fantasías fuera de la realidad, o sea nacer a la alegría y el gusto por vivir y evolucionar.